¿Qué diferencias hay entre un compositor y un COMPRAsitor?
El compositor o autor es quien escribió o co-escribió una canción…….PUNTO.
Algunas veces y en algunos países (como Estados Unidos) el productor y/o arreglista del track puede también recibir un porcentaje autoral, pero éste debe ser negociado previamente con el o los compositores.
También existe el caso donde uno o más compositores escriben una canción (letra y melodía) sobre un track previamente existente. En ese caso quién creó ese track es también coautor, pues la canción resultante nació a partir de dicho track.
Un COMPRAsitor es alguien que no escribió la letra ni la melodía de una canción, que no creó un track sobre el cual fue escrita, que tampoco la produjo o la arregló y que sin embargo, gracias a diversas estratagemas, aparece como coautor de la canción y recibe regalías de la misma.
Estas son algunas de las estrategias más comunes para convertirte en COMPRAsitor:
1-
Eres un o una cantante o dueñ@ de un grupo y sabes que la canción que vas a grabar se hará conocida y generará regalías gracias a ti. Utilizas este hecho a tu favor. Muchas veces ni siquiera consultas previamente al compositor, simplemente agregas tu crédito y decides que porcentaje de la canción te adjudicarás. A veces incluso le envías al compositor el contrato ya listo para ser firmado.
2- Eres el manager de un o una cantante o grupo y consideras que la canción que tu artista va a grabar llegó a sus manos o la eligió gracias a ti. También puedes utilizar otros argumentos para reforzar el primero, por ejemplo que utilizarás tus contactos en la radio y en la industria para que la canción se haga famosa.
3- Eres un compositor exitoso y tienes los recursos suficientes para comprar canciones de compositores en necesidad. Dicha transacción incluye generalmente la eliminación del crédito del verdadero compositor para reemplazarlo por el del COMPRAsitor.
4-
Eres un o una cantante o manager o dueño de un grupo y gracias a tus influencias consigues que una canción sea incluída en un programa de TV, en un comercial, en una película o en una telenovela. Como intercambio por tus servicios exiges ser incluído como coautor de la canción.
5- Eres productor de un disco o de un track y automáticamente y sin consultarlo o negociarlo con el compositor te incluyes como coautor de la canción o canciones que produjiste. En algunos casos pides “coautoría” o una participación económica simplemente por el hecho de haber seleccionado las canciones que serán incluídas en el disco que estás produciendo.
6-
Eres cantante o manager o productor o arreglista y modificas sin autorización (lo cual constituye un delito) ciertas partes de una canción, a veces cambiar simplemente un par de palabras o algunas notas de la melodía son suficientes para que el truco funcione. Por este simple hecho te consideras coautor y exiges un porcentaje.
Cuando un compositor se resiste a ceder parte de su obra o a permitir que sea mutilada, como COMPRA-sitor puedes utilizar el siguiente argumento que generalmente es infalible: “Si no quieres darnos un porcentaje de tu canción la quitaremos del disco, o del proyecto. Total…hay una larga fila de compositores detrás tuyo esperando una oportunidad”.
¿Y tú , eres Compositor o COMPRAsitor?
Nota 1: Aunque este breve “manual del comprasitor” está basado en historias de horror reales, es preciso aclarar que NO todos los cantantes, managers, productores y arreglistas son así. Si bien estos PARÁSITOS abundan y se están reproduciendo rápidamente, aún queda MUCHA gente honesta en la industria, que respeta, agradece y es consciente del valor del trabajo del verdadero compositor y del hecho de que sin canción no hay industria.
Nota 2:
No todos los compositores son víctimas de esta situación. Lamentablemte muchos la promueven, ofreciendo co-autorías a cambio de que sus canciones sean grabadas. Comprendo que la necesidad los empuje a hacerlo, pero esta actitud está destruyendo el respeto por nuestro oficio y la posibilidad de ganarnos la vida escribiendo canciones.
Nota 3: Como compositores es fundamental defender y valorar nuestro trabajo y nuestro oficio rechazando estas, a veces tentadoras, pero al final deshonestas ofertas. Sólo así lograremos fortalecernos como comunidad y mejorar la industria.